domingo, 24 de octubre de 2010

The Loved Ones (2009)


Se acerca la famosa noche de graduación. Una muchacha poco popular del instituto, Lola, está encaprichada de un muchacho, Brent, el cual no la hace caso. Tras ver como este no acepta la invitación para ser su compañera en el baile, lo secuestra junto a su padre para celebrar su particular noche de graduación casera.

The Loved Ones es otra de esas películas que, cada año, hacen furor en festivales especializados. Dentro de aquellas, pertenece a otro club, el de las películas que por mucho furor que causen en tales certámenes no consiguen distribución comercial en muchos países. En este caso se trata de una producción australiana, país que en los últimos años está dando alguna que otra agradable sorpresa en el género de terror. Más concretamente, en el subgénero de psicópatas, torturas y gore. Pero la que nos ocupa no es, o al menos no pretende ser, una más dentro de la temática. Con esto me refiero a que, según parece, su director y guionista, Sean Byrne, intenta, y a veces, consigue, desmarcarse un poco de los típicos torture porn que nos invaden mensualmente.

La primera variante es que la victima en esta ocasión es un chico a manos de una chica. Cierto que no es la primera vez que esto sucede, aunque hay muchos más ejemplos contrarios, o también otros en los que las victimas con chicas y chicos, hombres y mujeres, pero los verdugos exclusivamente hombres. Aquí la psicópata de marras es ayudada por su no menos sicótico padre, sin desviar las miradas hacia ella.

La segunda variante es la inyección de humor negro, a veces muy negro, incluso en los momentos más dramáticos. No obstante, cada cual puede tomarse dicho humor a su manera. Hay momentos de gran violencia y tortura, pese a que, dentro de lo que estamos acostumbrados, son bastante soportables.

Luego hay una tercera variante, o pseudo variante, que en este caso no funciona. Una vez comienza la acción en la casa de la lunática (previo secuestro del protagonista), ésta avanza mezclada con una subtrama un tanto innecesaria, o que al menos podría haberse resumido. Se trata de la otra “cita”, en la que los protagonistas son el amigo nerd del secuestrado y una heavy (o gótica, o lo que sea, pues hoy en día los términos y las apariencias se confunden demasiado) buenorra. En el tramo final tiene su sentido dentro de la trama, pero le resta impacto al conjunto y nos hace pensar que estamos ante una nueva comedia para frikis faltos de sexo como las del amigo Judd Appatow.

He de admitir que mis expectativas respecto a The Loved Ones eran altísimas. Esto es algo que siempre juega en contra de una película, por buena que sea. Estamos en la época de la (sobre) información, vaya. Pero, ya en frío, siendo coherentes y sin dejarnos llevar por las expectativas, hay que reconocer que funciona. Salvando los baches de ritmo que ocasiona la citada subtrama del amigo, el conjunto es potente; interpretaciones magnificas (muy por encima de la media en este tipo de productos), dirección dinámica y eficaz, puesta en escena y fotografía cuidadas, y varias escenas de violencia muy bien resueltas aunque no resulten originales.

2 comentarios:

Pliskeen (David Ribet) dijo...

La tengo por ahí pendiente de ver, como tantas otras. Lo cierto es que si no fuera por algunas buenas opiniones que leí acerca de ella, ni le hubiera prestado la más mínima atención. Eso sí, no tengo altas expectativas, precisamente porque tampoco es que confío plenamente en esas opiniones (más bien despertaron mi curiosidad, más que otra cosa)

Saludos ;)

John Trent dijo...

Hombre, lo mejor en estas películas es no leer mucho antes para no crearte elevadas expectativas. Luego pasa lo que pasa; aunque sea buena, te parece menos de lo que es. Tal vez me ha pasado con esta, aunque también hay que admitir que no hay para TANTO, sinceramente, como muchos han dicho. Cosa de gustos.