sábado, 15 de mayo de 2010

La caída de la casa Usher (House of Usher, 1960)


También conocido como El hundimiento de la casa Usher, se trata de un relato de 1839 escrito por el gran Edgar Allan Poe. No un relato cualquiera, sino uno de los mejores. De hecho, la única obra que el propio autor consideraría por encima es Ligeia, publicado en 1838. En el que nos ocupa, un joven caballero hace un viaje desde hasta una vieja mansión en la que se encuentra su amada, a la que quiere llevar a su ciudad para casarse. La joven vive en la mansión junto a su hermano, un excéntrico artista. Ambos sufren diversas enfermedades que los sitúan en una delgada línea entre la vida y la muerte, un misterio al que se une la propia casa, que guarda no pocos secretos. A partir de dicho relato se han creado numerosas adaptaciones en formato de musical y también para el cine. Fue Roger Corman, en tareas de guionista y director, junto al mítico Vincent Price al frente del reparto, quien llevo a cabo una de las más populares. La caida de la casa Usher, versión Corman, se mantiene fiel al espíritu del relato. Fiel también, a los intereses de su creador, es la situación en la que fue realizada, gastando poco dinero (se dice que unos 270.000 dólares de la época), con cuatro únicos personajes y el mismo escenario durante toda la trama.


Protagonizada por un esplendido Vincent Price –que llegó a considerar ésta la mejor interpretación de su carrera-, que deja en ridículo al resto del reparto, La caída de la casa Usher cuenta, además, con una cuidada ambientación (atención a las breves pero sugestivas secuencias de exteriores) y un tempo narrativo en todo el sentido clásico del término, construyendo a lo largo de unos ajustados setenta minutos una sutil, casi de pasada, historia de casas encantadas que se sustenta sobretodo en el devenir de los personajes y las tragedias que los acechan. Así, la muerte, tema recurrente de Poe, está presente en todo momento, casi como alegoría. La muerte desde el suicidio a la natural, pasando por estados intermedios o el asesinato. A día de hoy puede entenderse mejor como una obra de teatro filmada, lo que no la resta valor, aunque es cierto que el ritmo a veces es demasiado lento y parece no querer arrancar, así como la reiteración e ingenuidad de ciertas situaciones.

Valoración (0 a 5): 3

1 comentario:

john mcclane dijo...

Cada cierto tiempo repaso las adaptaciones de la obra de Edgar Allan Poe protagonizadas por Price y dirigidas por Corman. A mi gusto son tremendos clásicos, aunque es cierto que su ritmo es más bien pausado.

Saludos.