domingo, 30 de mayo de 2010

Hit and Run (2010)


Dentro del género de terror existe un, podríamos llamar subgénero, que yo he denominado “terror salchichero”. Estos productos son fácilmente reconocibles sin necesidad de meterlos en el reproductor. Suelen ser películas de poco presupuesto con la mirada puesta en el mercado domestico. Más concretamente, en los video club. Si, ya sé que esos lugares en España son una leyenda, y que ver uno en píe es más difícil que lograr la paz mundial. Ahora bien, en otros países la cosa debe ir mejor, porque la churreria no para de fabricarlos. Las señas básicas de estos productos se pueden ver en el cartel. Normalmente, se trata de carteles muy currados, mucho más que la propia película que venden. Pero, aunque no sean nada del otro jueves, siempre parecen estimulantes. Al lado del titulo suelen llevar un UNRATED así de grande. Vamos a ver, nadie a censurado estás películas antes y luego han sacado la versión del director, o la versión prohibida ni nada por el estilo. Sea como sea, esa palabra parece funcionar para llamar la atención del asiduo de video club (o en su detrimento, del asiduo del Emule o los visionados online). La que hoy nos toca, Hit and Run, sigue a rajatabla los aspectos superficiales del terror salchichero. ¿También es salchichera en su interior?, por supuesto.


Aunque haya un UNRATED del tamaño de Texas en la portada, todo aficionado avispado sabe que es mentira. En estos productos suele haber truculencia, pero a un nivel medio. Luego, la trama empieza, se desarrolla y acaba en unos escuetos setenta y cinco u ochenta minutos (contando los créditos iniciales y finales), lo que no me parece mal, pues veinte minutos más de un producto salchichero pueden causar graves problemas de salud. Los protagonistas suelen ser adolescentes (ya tengan edad de adolescente o estén cerca de los treinta) que cometen alguna estupidez durante A) un viaje romántico B) una fiesta C) una borrachera (que puede ser durante la fiesta o jugando al parchis), D) perdiéndose en un sitio dónde era fácil perderse o E) se mata a alguien por accidente (o no) y luego el cadáver, ya sea vivo o zombi, regresa buscando venganza. Está claro que hay variadas joyas del género que han partido de tales premisas y les ha quedado muy bien a sus responsables. Pero coño, por algo esto es terror salchicha. Los resultados son más bien funcionales, superficiales y ni siquiera entretenidos. Sabe a plástico, a producto manufacturado en dos semanas para ser consumido por incautos, o por masocas como yo.


En Hit and Run, que hombre, no es de las peores de su subgénero, una chica sale de una fiesta borracha (norma B y C), coge el coche y se pone a canturrear una cutre canción pop-rock de los primos del director. Se distrae, obviamente, y se sale de la carretera. El susto pasa, y llega a casa sana y salva. Escucha un mensaje de sus padres en el contestador, los cuales se han ido fuera el fin de semana. La chica se alegra, va al baño y se mete los dedos para vomitar el alcohol. Después se pone cómoda y se marcha a la cama. Una vez ahí, escucha un extraño ruido en el garaje. Baja y se encuentra clavado en el coche a un tipo sanguinolento (¡!). Debió atropellarlo sin darse cuenta y tal. Pues eso, que el tipo no está muerto, y ella no sabe muy bien que hacer con él. El tipo, al que le faltan varios dientes, tiene un ojo cuadrado, moretones por toda la cara y a penas puede articular una palabra, agarra el brazo a la joven. La respuesta de la joven asustada es partirle la cabeza repetidas veces con un palo de golf. Una vez muerto, se lo lleva y lo entierra. Después vienen los lloriqueos y todo eso. Y más tarde viene lo que ya suponíamos: el cadáver no está donde debería estar. ¿Será que no lo mató del todo y ahora el tipo busca venganza? (norma E). Si lo queréis saber, es que el terror salchichero ha invadido vuestra cinéfagia. Salir, salir antes de que sea demasiado tarde.

Valoración (0 a 5): 1,5




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