miércoles, 11 de febrero de 2009

El tren de la carne de medianoche (Midnight Meat Train, 2008)


Un fotógrafo con crisis de ideas decide salir a la calle por las noches en busca de imágenes que le hagan encontrar nuevas formas de ver de la ciudad. En uno de sus trabajos, se encuentra con un misterioso y robusto tipo que sale del metro siempre a la misma hora. Siguiéndole la pista, entrará en un submundo urbano que nunca hubiese imaginado.

Adaptando un relato corto del gran Clive Barker (que además se encuentra en labores de producción), de titulo homónimo e incluido dentro de sus Libros sangrientos, El tren de la carne de medianoche tuvo un estreno restringido en Estados Unidos (se dijo que por su violencia, pero lo más probable es que deba a que la propuesta dista mucho de ser comercial) y no ha llegado a las salas de gran parte del mundo, y como no, tampoco a las españolas. A la espera de que les de la gana a las distribuidores sacarla al menos en formato domestico, nos queda el maravilloso mundo de Internet y los subtítulos, pues la paciencia tiene un limite (y después de esperar cerca de un año, me sobrepasó). Clive Barker, a diferencia de otros exitosos escritores de relatos cortos y novelas de terror todavía vivos como Stephen King o Dean Knoozt, no es un artista que se traspase mucho al mundo del cine. Gran parte de la diferencia consiste en los temas tabú omnipresentes en sus historias: el sexo y el dolor unidos, la sangre como un elemento narrativo más, o la carne humana como simple material, objeto, más que algo moralmente aferrado a los mismos. Es a través de la piel por donde surgen las pesadillas surrealistas y a veces sadomasoquistas que Barker propone en sus líneas. El tren de la carne de medianoche no es excepción.

Para dirigir un relato tan sombrío y poco dado a las concesiones (adictos al happy end vayan a ver otra cosa) la elección de un director igualmente complejo y alejado de los estandartes más comerciales de Hollywood era esencial. Ryuei Kitamura, dinámico director conocido sobretodo por las divertidas y delirantes Azumi y Versus, es una elección adecuada en algunos aspectos como los antes mencionados, aunque el cine de terror más serio no es un paraje que haya recorrido demasiado. A parte que el relato corto de Barker no da para los noventa minutos de guión, y a veces se nota. Y es que todo funciona perfectamente cuando la acción se centra en el metro, con un Vinnie Jones magnifico creando un matarife que puede recordar a un Leatherface meets Terminator. Pero cuando la trama se centra en las relaciones personales, pierde fuelle. Esto hace que, inclusive con unos últimos veinte minutos geniales (en los que Kitamura utiliza algunos de sus trucos visuales por excelencia, como aquel espectacular traveling en el tren durante el clímax final), podría haber sido mejor (o quizás no) pero lo cierto es que El tren de la carne de medianoche es un ejercicio de terror y gore bastante eficaz.

Lo mejor: Vinnie Jones, la cámara de Kitamura y todas las escenas dentro del tren.

Lo peor: Qué en el desarrollo haya cierta irregularidad, siempre que la trama no se centra en el mundo subterráneo.

Valoración (0 a 10): 7

Trailer

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