domingo, 2 de noviembre de 2008

La cosa (The Thing, 1982)


Un grupo de trabajadores que se encuentra en la Antártida descubre una nave especial sepultada en la nieve desde hace años. El casos se impondrá en el grupo, cuando una forma de vida alienígena comience a secuestrar sus cuerpos para crear copias perfectas de los mismos, por lo que ninguno de ellos se puede fiar del resto.

Ya con dos clásicos del género a sus espaldas, La niebla (The Fog, 1980) y la película que le confirmó, de forma temprana, como uno de los talentos del cine de terror moderno, La noche de Halloween (Halloween, 1978), John Carpenter se involucró en su proyecto más ambicioso no solo hasta la fecha, sino de toda su carrera. La cosa, remake de El enigma de otro mundo (The Thing from Another World, 1951), se introducía, a su modo, en la moda del cine de terror con alienígenas agresivos que había instaurado Alien. El octavo pasajero (Alien, 1979), siendo, probablemente, el mejor sucedáneo hasta la fecha. No obstante, la palabra remake debería ir entrecomillada, pues La cosa despliega sus cartas de forma libre y eficaz, convirtiendo aquella ingenua serie B de los cincuenta en un atmosférico relato con varios momentos gore (pedazo trabajo que se marcó el amigo Rob Bottin) que aseguran no pocos escalofríos (a saber, la autopsia, el ataque a los perros, la prueba de sangre, la operación con sorpresa o el clímax final). Momentos, todos ellos, que Carpenter narra de una forma tan precisa, pausada pero siempre interesante, que consiguen de La cosa una de esas películas en las que miras el reloj, esperando que el tiempo pase despacio, para poder seguir disfrutando.

Lo curioso es que la primera vez que vi La cosa, siendo aun adolescente, me dejó indiferente. Un tiempo después, en una segunda oportunidad, volvió a resultarme poco destacable. Pero, cosas de la vida, con los años, y sobretodo con mi mayor conocimiento del cine de género, y de la filmografía de Carpenter en particular (no por nada es el titulo de este blog), conseguí ver La cosa con unos ojos muy diferentes. Tanto, que hoy en día es una de las imprescindibles de cabecera. Y que decir de Kurt Russell, actor icónico, que, aunque a veces muy ninguneado por gente sin criterio, tiene en su haber personajes tan míticos como el que nos ocupa, o los de Snake Pliskeen, de 1997 Rescate en Nueva York (Escape from New York, 1981), el Jack Burton de Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China, 1986), todas de Carpenter, o recientemente uno de los personajes que más ha bordado en toda su carrera, el sorprendente Stuntman Mike del segmento Death Proof de Grindhouse (Grindhouse, 2007).

Lo mejor: La meticulosa dirección de Carpenter, la atmosfera fría e inquietante que nos acecha cada minuto, Kurt Russell, y, por supuesto, los excelentes fx made in Rob Bottin, que se encuentran por derecho propio entre los mejores trucajes cinematográficos de la historia.

Lo peor: No se pueden sacar cosas realmente malas de esta película. Por decir algo, puede que la trama, en algunos momentos, tenga algún tiempo muerto prescindible (algo normal en el cine de Carpenter, por otro lado), pero nada que perjudique el conjunto.

Valoración (0 a 10): 8,5

Trailer

1 comentario:

Machete dijo...

Si señor, gran pelicula de Carpenter.